Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que “un alérgeno es un peligro para la salud en tanto no esté declarado”. Aunque parece una afirmación obvia y debería ser la premisa inicial sobre la cual estructurar un sistema de gestión de alérgenos, muchas veces poder desarrollar una correcta rotulación y garantizar su correcta aplicación en los envases puede ser un gran desafío.
En esta nota nos proponemos compartir una visión general de la problemática de los alérgenos alimentarios y, a partir de esto, exponer las razones por las cuales todas las organizaciones que elaboran alimentos deben implementar un programa de gestión de alérgenos capaz de garantizar la ausencia de alérgenos no declarados en el producto final.
¿Qué son los alérgenos alimentarios?
Los alérgenos alimentarios son típicamente proteínas presentes en forma natural en los alimentos que causan en individuos sensibles respuestas anormales, denominadas alergias alimentarias, del sistema inmune.
Los alimentos responsables por el 90% de las alergias alimentarias se denominan “los grandes 8” y son:
¿Cuál es el impacto de las alergias alimentarias?
A nivel mundial la prevalencia de las alergias alimentarias se da en:
Actualmente no existe una cura para las alergias alimentarias. Si bien en Estados Unidos y en algunos países de la Unión Europea se está avanzando en vías de tratamiento para ciertas alergias (al maní, por ejemplo), constituyen terapias a largo plazo que podrían, en aquellos individuos con respuesta exitosa, elevar el umbral a partir del cual el paciente manifiesta una reacción alérgica.
La reacción alérgica puede caracterizarse por uno o varios de los siguientes síntomas:
En su manifestación más severa, la anafilaxis o shock anafiláctico, los síntomas son la disminución drástica de la presión arterial, hinchazón de la lengua, los labios y la garganta, restricción de la respiración, una reacción de shock generalizada y, en última instancia, la muerte por insuficiencia orgánica múltiple.
Un paciente alérgico no puede predecir cuándo será su próxima reacción o que tan severa puede llegar a ser, por lo tanto, el único método preventivo es la exclusión estricta del alimento que puede causarla.
La alergia alimentaria compromete la calidad de vida del individuo que la padece y de su círculo social cercano.
¿Por qué la industria de alimentos debe gestionar los alérgenos?
Más allá de los requisitos legales y de inocuidad alimentaria, como empresas socialmente responsables las organizaciones de la industria alimenticia deben proteger a los consumidores alérgicos.
No hacerlo, puede generar graves inconvenientes en la salud de estas personas así como altos costos para la organización por las consecuencias en cuanto a la reputación de la marca, la necesidad de intervención de la autoridad sanitaria, el recall público, el retrabajo, etc.
Los consumidores alérgicos dependen de que los rótulos de los alimentos declaren los alérgenos de forma precisa, clara y consistente.
¿Cómo lograr una gestión de alérgenos exitosa?
Una gestión de alérgenos exitosa será aquella que garantice la ausencia de alérgenos no declarados en el producto final. Esto implica que el rótulo será el responsable de expresar en forma clara, precisa y consistente el contenido de alérgenos de un alimento de forma tal que el consumidor pueda hacer elecciones seguras y en línea con sus necesidades y requerimientos..
En el proceso de producción, previo a la etapa de envasado, se llevan adelante medidas de control que incluyen la verificación de la correcta declaración de alérgenos en el material de empaque.
Garantizar la correspondencia del arte con el estándar aprobado vigente -si se utiliza el sistema tradicional de control visual – es susceptible de “error humano”.
Repensando las prácticas actuales
Afortunadamente, las innovaciones en control de calidad de packaging entregan un nivel de visibilidad sin precedentes.
ARVISCAN, es un software de visión artificial que permite inspeccionar la calidad del packaging detectando cualquier tipo de error u omisión en la impresión en pocos segundos y proporcionando una mejora sustancial en el proceso de control de artes convirtiéndose en el mejor aliado de los inspectores de calidad. De esta forma podrás asegurarte que tus productos cumplen la legislación en materia de declaración de alérgenos en cada uno de los países de comercialización y garantizan la seguridad de los consumidores al evitar errores que podrían poner en riesgo su salud .
Con este tipo de tecnología es posible controlar más y mejor en menos tiempo, producir sin defectos, reducir costos de scrap, reprocesos o urgencias, minimizar reclamos, contar con trazabilidad completa, medir la performance de los proveedores y evitar recalls entre otros beneficios.
La gestión del cambio nunca fue tan relevante. Por lo que es un buen momento para que las organizaciones re evalúen los procesos existentes y busquen oportunidades para incorporar mejores prácticas que les permitan crecer.
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